Por ponerlo en contexto, el unboxing de compras realizadas por Internet tenía un interés de 0 en el año 2009, según los datos que arroja el histórico de Google Trends. Pero a partir del año 2018 la tendencia cambia por completo: las redes sociales comienzan a hacer su trabajo, y el interés por ver ‘unboxings’ no deja de crecer. Viendo las mismas cifras históricas que ofrece Google, noviembre es un mes dulce para este término: acumula -y con diferencia- los mayores picos de cada año. ¿Pero qué se esconde tras lo que muchos han denominado la magia del unboxing?
Tras el unboxing hay un claro cambio de consumo
El fenómeno unboxing puede que naciera espontáneamente, pero a día de hoy se ha convertido en una poderosa herramienta de marketing que las marcas no han dejado pasar de largo. Si juntamos en una misma ecuación influencers y unboxing, los réditos publicitarios sí que son inmensos.
Evidentemente, la aparición de la figura del influencer no tiene toda la culpa de que abrir paquetes se haya convertido en un auténtico ritual online. Tal y como explican desde SocialPubli, una de las plataformas más importantes para conectar anunciantes y figuras públicas, el unboxing también crece a pasos agigantados porque el consumidor ya no es el mismo: ahora es más “reacio” a comprar en tiendas físicas, así que los hauls de productos, en los que se muestran con detalles las compras, son lo más parecido a un escaparate tradicional.
Las marcas ven expuestos sus productos por parte de personas que ejercen una influencia brutal en la red. Y eso implica la mejor de las recomendaciones que pueden tener.
El embalaje se ve en el Unboxing
La mayor parte de los vídeos grabados para hacer un unboxing comienzan con una fórmula muy similar: el protagonista del mismo informa a su audiencia de que le ha llegado un paquete. Y generalmente enfatiza que estaba deseoso/a de que eso ocurriera.
Y es justo en este punto donde el packaging que haya escogido la marca para el envío se juega el tipo. El embalaje cobra un protagonismo especial porque hay que abrirlo delante de miles de personas (fundamental que no se complique este paso) y mostrar todo lo que hay dentro. Así pues, tan importante es el contenido del envío como el propio ‘contenedor’.
Todo es relevante en un envase para ecommerce, y más si la exposición será pública:
- Los envases tienen que ser sencillos de abrir. Ya lo exige, por ejemplo, Amazon, que para expedir la homologación de Frustration Free Packaging pide como requisito que el usuario no tengan dificultades en este aspecto.
- La caja de un envío online debe estar 100% personalizada con todo el branding de la marca. Se enseñe o no se enseñe al mundo de las redes sociales, un usuario no siente la misma afinidad con un vendedor que no personaliza sus envíos. Lo percibe como algo frío y carente de cercanía.
- La sostenibilidad también se ve en la pantalla: el usuario sabe cuándo un paquete es de cartón, aprecia si ha llegado con más material del necesario y valora negativamente que se vea plástico u otros materiales menos verdes.
El unboxing a nivel usuario
A nivel usuario, todo lo que hemos apuntado sobre los unboxings más famosos es perfectamente extrapolable para los que no lo muestran por Internet. El comprador habitual, en primer lugar, quiere ver el paquete que ha visto ya en algún vídeo. Pero también abrirlo rápidamente para llegar al contenido y, posteriormente, poder llevarlo a reciclar. Y tampoco aprecia en absoluto el abuso de embalajes innecesarios.
Otro aspecto básico es que el consumidor estándar necesita mucha más información que un influencer, así que para completar un unboxing sobresaliente es recomendable sacar el máximo provecho a técnicas como la impresión digital, con la que te podemos ayudar en Hinojosa, a la hora de personalizar por completo los envases y usarlos como vehículo de toda la información que precisa el cliente. Se puede poner la que desee la marca: instrucciones de devolución, mensaje de agradecimiento, código QR para promociones, etc.
Conseguir destacar en los unboxings, sea o no ejecutados por influencers, depende de que la marca vendedora haya trazado una estrategia de packaging acorde a sus valores y las necesidades de su cliente. Y eso solo se puede conseguir con un partner especialista. ¿Lo hablamos?