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Agricultura: plan nacional para el uso de productos fitosanitarios para 2018-2022

Imagen de Grupo Hinojosa

31 de mayo de 2018

Los productos fitosanitarios protegen los vegetales de organismos nocivos como hongos, ácaros, insectos o malas hierbas.
Los productos fitosanitarios protegen los vegetales de organismos nocivos como hongos, ácaros, insectos o malas hierbas. A nivel de la Unión Europea existe un marco regulador para controlar estos productos, además de unos objetivos sanitarios y medioambientales. Dentro de esta normativa, se enmarca el Plan de Acción Nacional (PAN), que engloba todas las actuaciones encaminadas a conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios.

El nuevo Plan Nacional para el Uso Sostenible de Productos Fitosanitarios para 2018-2022 fue aprobado el pasado año por el Ministerio de Agricultura, e incluye nuevas medidas que siguen las recomendaciones de la Comisión Europea. El PAN quiere reducir los riesgos de los plaguicidas en los seres vivos sin perder la protección de las producciones agrícolas. Para conseguirlo, ha establecido dos objetivos:

  • Fomentar la Gestión Integrada de Plagas mediante un modelo de producción sostenible combatible con los productos fitosanitarios.
  • Reducir los efectos derivados de la utilización de estos productos tanto en la salud humana como en el medioambiente.

Para alcanzar estos objetivos, el PAN planea desarrollar programas de inspección, proyectos de investigación y realizar campañas de sensibilización para mejorar el conocimiento sobre las buenas prácticas de estos productos. Pero también quiere incorporar otros sistemas de control de plagas. Métodos alternativos que consigan reducir progresivamente el uso de los productos fitosanitarios convencionales y cuyos efectos no sean perjudiciales para los seres vivos y su entorno.

Los productos contra las plagas protegen nuestros cultivos y aseguran una buena alimentación, pero sus efectos han de ser controlados para que no repercutan en la seguridad del medio en el que vivimos.

Con estas normas, se quiere preservar la agricultura comunitaria al mismo tiempo que se protege la salud humana, animal y del medio ambiente. Una producción agrícola eficiente y sostenible podrá asegurar la posición española en los mercados internacionales, garantizando productos agrícolas seguros para su consumo.

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