Las cifras son aplastantes, tanto que invitan y obligan a la reflexión. Los países de la Unión Europea generaron 2.500 millones de residuos en 2017, de los cuales 111 millones fueron producidos en España. Las cifras son aplastantes, tanto que invitan y obligan a la reflexión. Los países de la Unión Europea generaron 2.500 millones de residuos en 2017, de los cuales 111 millones fueron producidos en España.
Si continuamos así necesitaremos tres planetas en 2050 para mantener el ritmo actual de consumo, según alertan las organizaciones medioambientales y Naciones Unidas.
El nivel de producción actual supera los límites biofísicos del planeta y esto tiene un efecto llamado cambio climático, que amenaza la supervivencia y tiene consecuencias graves en algunas zonas del planeta, donde ya se empieza a hablar de “refugiados climáticos”; personas que se ven obligadas a dejar su lugar de origen por la elevación del mar.
En España también comenzamos a notar sus efectos. El informe ‘El Cambio Climático en los Pirineos’, presentado a final de año y en el que han participado expertos de Aragón, Navarra, Cataluña, País Vasco, la región francesa de Nouvelle Aquitaine, Occitaine y Andorra, arroja datos preocupantes. Indica que la temperatura media en la cordillera ha aumentado un 30 % más que la media mundial en los últimos cincuenta años. En concreto, un 1, 2 grados.
Esto ha hecho que en los últimos treinta años hayan desaparecido la mitad de los glaciares pirenaicos. Y el vaticinio para el futuro tampoco es esperanzador. El informe augura que en treinta años el Pirineo perderá la mitad de su nieve, lo que acarreará no sólo consecuencias medioambientales, sino también sociales y económicas para una región que sustenta gran parte de su economía y riqueza en el turismo y en el sector de la nieve.
Esta nueva realidad urge a todos los agentes involucrados a poner en marcha la llamada economía circular, que pasa por el reciclado de los residuos urbanos. En 2017 en España se han dado pasos en ese sentido. Según datos de Ecoembes, cada habitante depositó 13,96 kilos de envase de plásticos, latas y briks en el contenedor amarillo, lo que supone un aumento del 5,76 % respecto al mes anterior, y 16 kilos en el contenedor azul, un 3,87 % más, en el conjunto del país.