Si viste a Neo (The Matrix, 1999) escoger entre la píldora azul y la píldora roja, probablemente sabrás que elegir entre dos colores no siempre es tan fácil como parece. Y es que, aunque en nuestro día a día no vivamos situaciones tan extremas como las de la película, hay decisiones que pueden hacernos sentir como el protagonista de esta icónica historia de ciencia ficción. Entre ellas, el reciclaje.
La teoría está clara: los envases de plástico, briks y latas, al amarillo; el vidrio, al verde; orgánico, al marrón; restos no compostables, al gris; y el papel y el cartón, al azul. Pero, ¿qué hay de la práctica? La realidad es que en muchas ocasiones surgen dudas, y es normal. Por ese motivo, desde Hinojosa Packaging Group, queremos daros algunos consejos para reciclar correctamente siempre, ¡sin excepción!
El contenedor amarillo
En el contenedor amarillo podemos depositar envases de plástico, briks y latas. Pero, ¡cuidado! Esto no significa que todos los tipos de plástico puedan desecharse aquí. Productos como juguetes, biberones, chupetes, cubos de plástico o utensilios de cocina deben ir al contenedor de restos.
Y, ¿qué hay de las bolsas? Hace unos años estaba claro que debían ir al contenedor amarillo, pero hace tiempo que esto cambió.
En 2018, con la entrada en vigor de la normativa que obligaba a cobrar unos céntimos por las bolsas de plástico, su uso se redujo y, en su lugar, las bolsas compostables y biodegradables cogieron fuerza. Aunque a simple vista puedan parecer iguales, no lo son. Estas últimas son orgánicas y, por lo tanto, deben ir al contenedor marrón.
El contenedor verde
En este se deben depositar todos los objetos de vidrio: botellas de vino, frascos de perfume, tarros de mermeladas o conservas, etc.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que el vidrio y el cristal no son lo mismo. Mientras que el vidrio puede reciclarse de forma indefinida, el cristal no. Por ese motivo, en caso de querer desechar un objeto elaborado con este material (por ejemplo, las bombillas) debemos llevarlo al punto limpio.
El contenedor marrón y el gris, ¿cuál es la diferencia?
No hace mucho que el contenedor marrón habita nuestras calles, pero ha llegado para quedarse y ¿lo mejor? Diferenciar qué residuos podemos tirar en este es muy sencillo. En resumen: todo lo orgánico.
¡Importante! Las servilletas o el papel de cocina sucio también deben desecharse en este contenedor.
Por otro lado, el contenedor gris queda reservado para aquellos residuos no biodegradables. Por ejemplo: colillas, compresas, pañales, arena de mascotas, juguetes, cerámica, polvo, etc.
El contenedor azul, nuestro favorito
Desde envases de cereales a embalajes de e-commerce. Y sí, también los vasos desechables de café. Todos los restos de papel y cartón comienzan en este un viaje para ser reaprovechados y disfrutar de una segunda vida con todas sus cualidades intactas.
Para nosotros, este proceso es fundamental. En nuestras plantas, los residuos se convierten en recursos.
La circularidad forma parte de Hinojosa
Como #NativosCirculares, nos enorgullece poder afirmar que más del 88,14% de nuestras materias primas son de origen reciclado. Imitamos el infinito ciclo de la naturaleza para maximizar la eficiencia de los recursos produciendo soluciones de manera responsable y respetuosa con el medioambiente.
De hecho, más del 95% de los residuos generados se destinan a operaciones de valorización.
Parte de ellos se destinan a la elaboración envases sostenibles que, una vez cumplen su función, son depositados en el contenedor azul y regresan a nuestras plantas.
Conscientes de los límites del planeta y de la importancia de reaprovechar los materiales de los que disponemos, trabajamos poniendo el foco en la eficacia y el respeto al medioambiente. Todo ello, desde una perspectiva de mejora continua que nos impulsa a seguir avanzando en el camino de la sostenibilidad.
¿Nos acompañas reciclando?
Versionando la famosa cita del clásico The Matrix… Nosotros solo podemos mostraros la puerta, sois vosotros los que la tenéis que atravesar.