El aceite de oliva es una de las joyas de la gastronomía y el comercio de nuestro país. El aceite de oliva es una de las joyas de la gastronomía y el comercio de nuestro país. El hecho de que España sea el mayor fabricante y distribuidor a nivel mundial le otorga cierta responsabilidad de cara a gestionar el liderazgo global. No obstante, los cultivos oleicos deben hacer frente a varios retos que interfieren en su crecimiento natural, como la presencia de productos y precios competitivos y la relación entre el mercado y el territorio.
Se incrementa la producción y disminuye la exportación
Según los datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) la producción de aceite de oliva ha ascendido a 641.500 toneladas entre octubre y diciembre, meses iniciales de la campaña 2017/2018. Esta cifra supone un incremento con respecto a las cifras del primer trimestre de la temporada pasada, en el que se acumularon 560.300 toneladas.
Con estos datos no solo puede comprobarse la productividad en el sector, sino que también se pueden tratar de analizar las condiciones que afectan al incremento o decrecimiento de esa producción. Así podemos comprobar que, debido a un retraso en la maduración de la aceituna, los primeros meses de la temporada 2016/2017 comienzan con cifras muy bajas (en octubre 9.700 toneladas frente a las 26.900 de la campaña actual) y experimentan un crecimiento exponencial hasta llegar en diciembre a las 467.100 toneladas.
Sin embargo, un análisis cuantitativo de las exportaciones nos revela que estas no ofrecen resultados tan optimistas, sino que presentan un descenso del 3’8% respecto a la anterior campaña y un 2’3% bajo la media de las cuatro últimas. La comercialización total durante este primer trimestre ha llegado a las 318.700 toneladas, frente a una media de 348.275 para las campañas entre 2013 y 2017.
A la espera de los datos del segundo trimestre, que se publicarán a finales de marzo, el sector oleico en España se enfrenta a un leve descenso que los cultivos tendrán que compensar durante los siguientes meses.
Una de las razones de este descenso es el crecimiento en ventas del aceite de girasol. Según la Asociación Nacional de Industriales, Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (ANIERAC) los aceites de semillas superan a los de oliva en ventas. El precio de los aceites de oliva en todas sus vertientes (suave, intenso, virgen, virgen extra…) ha repercutido en su consumo dentro del país.
Innovación en el sector oleico
Promover la innovación ha sido una de las prioridades de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español desde que su creación. Entre sus objetivos se encuentra impulsar y liderar multitud de programas I+D+i para potenciar los procesos de innovación en todos los ámbitos relacionados con los aceites de oliva: el cultivo, la transformación, el consumo y la salud.
Uno de sus proyectos es el desarrollo de tecnologías fiables y rápidas que sirvan para clasificar las distintas categorías comerciales de los aceites de oliva vírgenes. Para determinar su calidad se analizan en una cata o Panel Test sus características organolépticas (aquellas que se pueden percibir a través de los sentidos como el sabor, la textura o el olor). Estas tecnologías en desarrollo aspiran a complementar el Panel Test, o incluso llegar a sustituirlo por métodos más eficientes.
Para debatir una mejora cuantitativa y cualitativa de la producción del aceite de oliva y derivados, varias empresas españolas asistirán al Salón Internacional MED MAG Oliva que se celebrará en Argelia el próximo mes de marzo. En el encuentro se organizarán sesiones de cata y se mostrarán, a nivel internacional, los avances del progreso tecnológico dentro del sector del aceite de oliva.