Conocer la opinión de los clientes es una prioridad para todas las marcas. Solemos decir que la información es oro, y es totalmente cierto porque nos permite acertar, al menos en mayor medida. Conocer la opinión de los clientes es una prioridad para todas las marcas. Solemos decir que la información es oro, y es totalmente cierto porque nos permite acertar, al menos en mayor medida. Es más fácil diseñar una campaña de publicidad con éxito, si conocemos el perfil de nuestros clientes: sus gustos, sus preferencias, sus necesidades…
Las redes sociales se han convertido en una herramienta imprescindible para conocer a nuestros usuarios. Son el canal perfecto para mostrar nuestros productos, pero también para interactúar y comunicarnos con ellos. ¿Quién no tiene un perfil en Facebook o Instagram?
Las marcas saben todo el potencial que esconden estas siglas y quieren aprovecharlo. Demasiado tentador como para dejarlo pasar. Pero lo cierto es que hay sectores que funcionan mejor en las redes sociales; podríamos decir que son más “sociales” por naturaleza. El sector de la alimentación es sin duda uno de ellos.
Hay sectores que funcionan mejor en las redes sociales y el de la alimentación es sin duda uno de ellos
Para que una campaña de Social Media funcione tiene que crear vínculos emocionales con sus seguidores, esto es llegar al corazón. Solo hay una cosa que funcione mejor que esto, y es hablar directamente al estómago. Si en la misma publicación unimos estos dos elementos e invertimos en publicidad tenemos el éxito casi asegurado.
Miles de seguidores en Facebook
Si echamos un vistazo a las ‘fan pages’ de las cadenas de alimentación nos quedaremos asombrados con la cantidad de seguidores que tienen. Estos seguidores son personas que cada día ven sus publicaciones repletas de fotografías de sus productos y de promociones.
Lidl, que estos días celebra sus 6 años en Facebook, tiene cerca de 2 millones de seguidores en España; Día, 823.000 usuarios; Alcampo, 530.000 y Eroski, 200.000.
Estos son grandes supermercados donde encontramos una gran variedad de productos, pero los comercios especializados tienen también su hueco en Facebook. Encontramos una gran cantidad de marcas especializadas dedicadas a productos gourmet, vegetarianos, superalimentos, ecológicos, locales, Denominaciones de Origen (D.O.), dulces tradicionales, galletas y mermeladas artesanales, quesos regionales, vinos…
Son negocios que a través de las redes sociales muestran sus productos y llegan al público interesado, gracias a la información que maneja Facebook. De hecho, la publicidad en esta red social permite segmentar el público según sus preferencias. Esto quiere decir que si promocionamos una publicación sobre el vino, Facebook la mostrará especialmente a aquellos interesados en el mundo vitivinícola.
Twitter, el nuevo canal de Atención al Cliente
Por sus propias características, -no podemos excedernos de los 140 caracteres-, esta red social se ha convertido en el canal perfecto para la atención al cliente. Aquí llegan las dudas, preguntas e inquietudes de nuestros seguidores, pero ojo también todas sus quejas. De hecho, si estás al frente de una cuenta de Twitter elabora un protocolo de actuación para saber cómo actuar en el caso de que un usuario hable mal de ti. Las opiniones vertidas en Twitter, tanto las positivas como las negativas, tienen una repercusión enorme y, por tanto, una gran capacidad de influir en los demás.
Las opiniones vertidas en Twitter, tanto las positivas como las negativas, tienen una repercusión enorme y, por tanto, una gran capacidad de influir en los demás.
Las vídeorecetas en Youtube, un potencial para la alimentación
Una imagen vale más que mil palabras, y si es un vídeo, todavía mejor. En el mundo de la alimentación, el usuario quiere ver en directo el producto y sus cualidades: color, textura, tamaño…
Si no puede tocar el producto con sus propias manos, el vídeo es la mejor forma de acercárselo y de mostrarle todo lo que puede hacer con él. Las vídeorecetas se han convertido en un reclamo perfecto para el sector de la alimentación. Después de ver cómo se hace un tabulé con nueces y vegetales, ¿a quién no le apetece hacer lo mismo?
En definitiva, se trata de socializar tu producto y cuando se trata de uno comestible, es mucho más fácil. Tenemos el viento a favor.