Cada informe del IPPC arroja conclusiones dramáticas. ¿Estamos a tiempo de frenar el calentamiento global?
Los países muy ricos y en particular Europa están decididos a hacer esfuerzos económicos para descarbonizar la industria y por tanto ir hacia un mundo más sostenible, con menos dependencia de los combustibles fósiles. En cambio, el resto del mundo no está cumpliendo esas normas, no porque sean malvados sino porque no pueden hacerlo si quieren desarrollarse. Los países ricos son ricos porque se han desarrollado en los últimos 150 años a base de quemar combustibles fósiles.
Si queremos solucionar el problema de la energía, tenemos que dirigir la mirada a las energías renovables y nucleares, y no podemos prescindir de las fósiles. Un ejemplo de esto es la energía eléctrica. Más de la mitad de la energía eléctrica sale de los combustibles fósiles, no está en la naturaleza, hay que crearla. Hasta el año pasado, los combustibles fósiles suponían hasta el 80% de la energía primaria bruta del mundo entero. Si la solución que se plantea para frenar el calentamiento global es prescindir de los combustibles fósiles, no vamos a poder cumplirla. Es utópico. Los países ricos podemos utilizar coches eléctricos, pero los pobres no podrán porque son caros. No es fácil el problema de la energía y es la base de todos los problemas del cambio climático.
¿Cuál es el papel de la industria? ¿Se está haciendo lo suficiente?
Europa se ha lanzado a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un plan muy interesante y muy razonable. Sin embargo, está siendo muy restrictiva en cuanto a criterios de sostenibilidad como emisiones o consumo de energía. Se ha desarrollado una legislación muy exigente para cumplir con los ODS. Pero además de ética, si la industria no es capaz de generar beneficio, se hunde. En consecuencia, estamos viviendo un problema de deslocalización. La mayor parte de industrias que fabrican en Europa, si se les exigen demasiados aspectos de control respecto a sostenibilidad, y en otro país de Asia o África no, se llevarán gran parte de su industria a esos países. Para la pequeña y mediana empresa coexistir con estos criterios no es fácil.
“El problema de la energía es la base de todos los problemas del cambio climático”
¿Y cuál es el papel de la ciudadanía, a través de los hábitos de consumo? La cantidad de residuos generados es un buen termómetro para evaluar nuestro modelo productivo. Durante décadas nos hemos apoyado en un sistema lineal con consecuencias evidentes. El progreso, ¿era esto?
En mi último libro La sociedad del desperdicio hablo mucho de esto. Somos la sociedad del desperdicio, hemos construido y desarrollado una civilización en torno a ello. Este tipo de desarrollo tiene muchos vicios, genera innumerables residuos que luego nos envenenan, nos ahogan, nos hacen daño… producen secuelas en el medio ambiente que son inasumibles en el futuro. El tema de los residuos es crucial, tiene que ver con algo que hacemos mal y que podemos hacer mejor.
Nos fijamos en las miles de toneladas que se tiran al mar provenientes de envases. Pero en nuestra casa enseguida tiramos comida que es perfectamente válida. De pequeños comíamos cocido en casa de la abuela y de lo que sobraba al día siguiente se hacía ropavieja. Eso forma parte de los hábitos sostenibles. O el ejemplo de los váteres. En España se utiliza agua potable para tirar de la cadena, cuando sabemos que falta agua. Podría poner cientos de ejemplos. Nuestra forma de desarrollo es perfectamente mejorable.
¿Cómo asegurar, sin superar los límites ecosistémicos, la demanda de agua, alimentos, materiales y combustibles de una población que no para de crecer y de consumir? Se habla mucho de regeneración. ¿Es posible crecer regenerando lo ya destruido?
No exactamente. El tema de la regeneración tiene que ver con la economía circular. Ser capaces de circular todo lo que generamos de tal modo que llegue al origen de otra manera. Eso implica reutilizar y sobre todo reciclar materiales. De tal manera que aunque hayamos utilizado energía que no podemos recuperar, al menos la materia o buena parte de esa materia pueda ser reutilizada.
“La economía circular implica reutilizar y sobre todo reciclar materiales”
El impacto de un envase va mucho más allá del propio envase. Partiendo de la complejidad que supone analizar el impacto real de un envase u otro, ¿qué elementos se deben poner sobre la mesa para llegar a conclusiones rigurosas?
A la hora de analizar con precisión el impacto de los envases conviene tener en cuenta los impactos durante todo su ciclo de vida: desde el origen o materia prima, pasando por su duración, usos y propiedades, hasta el final de su vida útil. Teniendo en cuenta su fabricación, todos los subprocesos asociados al transporte y demás etapas de su ciclo de vida; la medida y el cálculo de las emisiones de CO2 equivalente en cada una de esas etapas, la distancia, el tratamiento final o el número de usos con sus correspondientes análisis de sensibilidad.
Dices que la solución al problema del impacto sobre el entorno natural la encontramos en la priorización de materiales renovables. ¿Cuáles son las ventajas del cartón frente al plástico? ¿Qué hace que un envase de plástico, aun siendo reutilizable, sea menos sostenible?
El plástico y los envases que se fabrican a partir del mismo (en su mayor parte de un solo uso) se obtienen a partir de un 90% de petróleo, combustible fósil. El plástico es un invento extraordinario, inmensamente práctico, pero cuando no lo conviertes en economía circular, se tira, y casi siempre termina en el mar. Y en su ciclo de degradación progresiva termina convirtiéndose en microplásticos, causando daños al medio ambiente. El plástico nunca dejará de ser plástico, mientras que los materiales orgánicos como el cartón, el papel o la madera se van degradando en átomos fundamentales como el carbono y el hidrógeno, y acaban siendo absorbidos por la naturaleza.

¿Qué papel tiene la industria del cartón en la regeneración de los bosques?
La industria del cartón tiene un papel clave en lo que respecta a los bosques, son su materia prima. Esta es una industria con un potencial perfectamente sostenible. Si tiene algún tipo de control sobre su actividad, de tal modo que por cada árbol que tala también planta, no solo garantiza la supervivencia, si no que lo convierte en un cultivo rentable perfectamente sostenible. Es lo que declara la certificación FSC. La industria del cartón es perfectamente sostenible en el sentido que, no solamente no eliminas algo, sino que lo mantienes y lo aumentas. Aseguras una riqueza de futuro.
¿Cómo cree que será el futuro del packaging? ¿Qué principales elementos deberían marcar las próximas décadas?
Para el futuro del packaging es crucial eliminar todo lo que tenga que ver con el plástico y en general con lo que no es claramente sostenible. La tendencia de utilizar envases sostenibles va a ser global, a pesar de la resistencia de lugares como Asia, dueños actualmente de la producción de plástico.