Las personas somos seres humanos antes que consumidores, y como buenos humanos muchas veces nos dejamos llevar por nuestros sentidos. El packaging debe atraer la atención, transmitir eficientemente el valor del producto y servir como vehículo comunicativo de la marca.
Las personas somos seres humanos antes que consumidores, y como buenos humanos muchas veces nos dejamos llevar por nuestros sentidos. El packaging debe atraer la atención, transmitir eficientemente el valor del producto y servir como vehículo comunicativo de la marca.
Un diseño estético pero también funcional
El packaging es uno de los elementos que más afectan al recuerdo de marca. Además, ejerce una importante influencia en la decisión de compra. Podemos hacer toda la publicidad multicanal que queramos, pero es en la propia tienda, con el producto delante, donde el consumidor hace su elección final.
Sin embargo, el packaging debe ser un valor añadido, no solo una excusa para vender el producto en una caja bonita. De nada servirá trabajar la estética del embalaje si después no es funcional o no aporta nada de valor. El packaging es una excelente oportunidad para establecer una comunicación directa y no intrusiva con el cliente: enamora con el diseño, crea mensajes personalizados, recuerda en qué redes sociales pueden encontrarte o aprovecha para informar sobre promociones y eventos relacionados con tu sector.
El packaging como escaparate de la propia marca
Pero el packgaging no es solo un escaparate del producto, sino también de la propia marca. En el proceso de desarrollo todos los elementos están conectados y orientados a la consecución de un mismo objetivo: transmitir los valores de la marca, su imagen y su personalidad. El diseño del packgaging expone la identidad, a través del logotipo, los colores, la tipografía u otros factores que sirven como distintivo de la marca, y debe ser capaz de hablar por la misma.
Una tendencia que está siendo prioridad en el mundo del packgaging es la persecución de soluciones sostenibles. En febrero, en Valencia tuvo lugar la primera sesión de las jornadas ‘Diálogos sobre Packaging’. En ella se aportaron ideas sobre la sostenibilidad, la experiencia de usuario y el papel comunicativo de los envases dentro del proceso de venta.
El packaging afecta a la percepción que el cliente tiene de la marca. Es necesario cuidar con mimo cada detalle de nuestro producto, del principio al final del proceso, porque al final son esos detalles los que marcan la diferencia.