Este tipo de comida también requiere un embalaje adecuado y personalizado para cada tipo de distribuidor y producto.
La sensación de que en España se puede comer de todo a la hora deseada está más que fundamentada con cifras: la proliferación del take away y de la comida a domicilio se ha impuesto con fuerza en nuestro país, impulsada en gran medida por las nuevas plataformas de distribución. Los números son claros: 12 millones de españoles de entre 15 y 75 años (el 36%) usaron el ‘delivery’ o el ‘take away’ en los primeros cuatro meses del año 2018, según un estudio de Kantar Worldpanel.
Un cambio de tendencia que tiene mucho que ver con el generacional. Cocinar entra cada vez menos en las agendas de los más jóvenes: la franja de edad que menos tiempo pasa elaborando recetas es la que se sitúa entre los 25 y los 39 (según un estudio de la consultora Toluna), mientras que la mitad del público de una de las plataformas más populares de comida para llevar tiene menos de 34 años. Incluso hay datos de Nielsen que aseguran que un 31% de los consumidores prefieren hacer la compra en un supermercado que tenga sección de comidas ya preparadas.
Innovación en el take away
Vistas las cifras, no se puede ignorar que el auge de la comida a domicilio es otra de esas tendencias que cambia las reglas del juego. Productos, cadena de distribución y consumidores se tienen que adaptar a los cambios, que no dejan de suponer la apertura de nuevas oportunidades de negocio.
Llama la atención que, dentro de este mencionado cambio de hábitos, confluyen nuevos actores y algunos más tradicionales. Por ejemplo, ya se habla de que en un futuro no muy lejano la comida a domicilio se repartirá con drones, y se utilizará la Inteligencia Artificial (IA) para reducir costes. Los envases de cartón y otros tipos de packaging se siguen adaptando muy bien a esta tendencia, sobre todo por su versatilidad y por factores medioambientales (son biodegradables y fácilmente reciclables para el usuario final). También por la facilidad de personalización, un punto estratégico cuando se habla de un mercado tan grande y con tantos competidores.
La pizza lidera las peticiones
En el último Congreso Aecoc de Horeca (junio de 2018) se corroboró que la pizza es la comida que más adeptos tiene en su modalidad para llevar. Lidera con holgura la modalidad delivery, con unos consumidores que están dispuestos a esperar incluso más de media hora para recibirla en su casa (33 minutos concretamente).
Para degustar una pizza ya no se recurre únicamente a las cadenas tradicionales. La elaboración artesanal y la frescura de los ingredientes son puntos clave para conquistar al cliente (atributos que se puede comunicar fácilmente a través de sus cajas, un elemento inconfundible de esta comida para llevar). De hecho, existen clasificaciones que, tanto a nivel nacional como por localidades, informan de cuáles son las mejores pizzerías para comer.
A las pizzas le siguen, sorprendentemente, los refrescos, que ocupan el segundo lugar en el ranking de lo más solicitado a domicilio. Hamburguesas, carnes y arroces completan el elenco de un sector que, no hace falta decirlo, se expande sin control gracias a los pedidos online. De hecho, cada vez resulta más complicado cuantificar cuánta comida a domicilio se pide vía telefónica.